𝐉𝐮𝐞𝐠𝐚 𝐜𝐨𝐦𝐨 𝐋í𝐝𝐞𝐫: 𝐑𝐞𝐥𝐚𝐜𝐢𝐨𝐧𝐚 𝐲 𝐆𝐚𝐧𝐚

Autocrático: El líder toma todas las decisiones sin consultar al equipo. Se basa en la autoridad y el control, y espera obediencia. Es útil en crisis, pero puede afectar la moral del grupo.
Democrático: El líder fomenta la participación del equipo en las decisiones. Valora las opiniones de los demás, lo que genera compromiso, creatividad y sentido de pertenencia.
Transformacional: El líder inspira y motiva al equipo a superar expectativas, promoviendo el desarrollo personal y profesional. Se basa en una visión compartida y valores sólidos.
Transaccional: El liderazgo se basa en un sistema de recompensas y castigos. El líder establece metas claras y espera resultados concretos, enfocándose en el cumplimiento y la eficiencia.
Laissez-faire: El líder adopta una actitud pasiva, ofreciendo libertad total al equipo. Es útil cuando los miembros son altamente competentes, pero puede generar desorganización si no se supervisa adecuadamente.

Comunicación: Capacidad de expresar ideas con claridad y escuchar activamente. Es esencial para coordinar, guiar y conectar con el equipo.
Empatía: Habilidad para ponerse en el lugar del otro, comprender sus emociones y necesidades. Facilita relaciones más humanas y respetuosas.
Toma de decisiones: Capacidad de evaluar opciones, analizar consecuencias y elegir la mejor alternativa, incluso bajo presión.
Resolución de conflictos: Aptitud para mediar y solucionar desacuerdos de manera constructiva, manteniendo la armonía del grupo.
Motivación: Habilidad para inspirar y movilizar al equipo hacia objetivos comunes, despertando el interés y compromiso individual.

Teoría de rasgos: Sostiene que los líderes nacen con características específicas (como carisma, inteligencia o confianza) que los hacen aptos para liderar.
Teoría situacional: Plantea que no hay un solo estilo de liderazgo ideal, sino que debe adaptarse a las características del equipo y la situación.
Teoría del camino-meta: El líder guía al equipo hacia sus objetivos, eliminando obstáculos y ofreciendo recompensas adecuadas, según la motivación de cada miembro.
Teoría del liderazgo transformacional: Propone que el líder inspira cambios profundos a través del ejemplo, la visión y el empoderamiento de los demás.
Teoría del liderazgo servicial: Sostiene que el líder debe priorizar las necesidades del equipo, sirviendo a los demás antes que a sí mismo, para lograr un liderazgo ético y humano.

Gestión de equipos: Coordinar diferentes personalidades, talentos y estilos de trabajo para lograr objetivos compartidos.
Manejo de crisis: Actuar con rapidez, claridad y serenidad frente a situaciones inesperadas o difíciles, manteniendo al equipo enfocado.
Falta de motivación: Afrontar la desmotivación del equipo o individual, buscando causas y estrategias para reactivarla.
Conflictos internos: Resolver disputas entre miembros del grupo de forma justa, previniendo tensiones que afecten el clima laboral.
Cambio organizacional: Adaptarse y guiar al equipo ante reestructuraciones, nuevas políticas o transformaciones en la cultura de trabajo.

Integridad: Actuar con honestidad, ética y coherencia entre lo que se dice y lo que se hace.
Visión: Tener una idea clara del rumbo que se quiere seguir y saber transmitirla al equipo de forma inspiradora.
Confianza: Creer en uno mismo y en el equipo, generando un ambiente de seguridad y credibilidad mutua.
Adaptabilidad: Saber ajustarse a nuevas circunstancias, retos o cambios con flexibilidad y apertura.
Responsabilidad: Asumir las consecuencias de las decisiones y cumplir con los compromisos, dando el ejemplo al equipo.

Liderazgo